Un sobre de papel blanco que decía con lapicera "última voluntad" fue lo primero que encontró la Policía cuando ingresó al departamento de Mauricio Parada Parejas, en Monteagudo al 800. Todo indica que lo dejó allí, hace tres viernes, antes de salir con un cuchillo para asesinar a Paola Tacacho y luego quitarse la vida.
Son dos las cartas que escribió el femicida. El primero de los textos está escrito a mano. Allí reconoce que tiene una enfermedad mental, culpa a las autoridades judiciales y a sus propios padres. Luego adelanta lo que va a hacer con respecto a la docente de inglés, a quien hostigaba desde hacía cinco años: "ahora tiene lo que se merece, no me arrepiento de nada", dice.
"Culpen al ca***ta de Washington Héctor Navarro y al juez Víctor Manuel Rougués. Son los pu***tos que me detuvieron por "nada" y después me liberaron sabiendo que tenía esquizofrenia con brotes psicóticos. Me va a pedir perdón la vieja lady chiquilina malcriada por tener hijos sin pensar, ya tenía 40 y tantos y fue a tener hijos sin planear de manera irresponsable. La culpa es de TODOS los políticos chorros, la sociedad puta que los vota y los boludos que hacen eso sin pensar. El papá sabía que tenía el pectus exavatium, pudo llevarme a un especialista en tórax, era doctor y no hizo NADA y después malcriaron toda la vida. Nadie me culpa a mí de NADA. Esta cajetuda Tacacho se acercaba todo el tiempo queriendo provocar. Ahora tiene lo que se merece. No me arrepiento de NADA, nunca lo haré ni tampoco pido perdón JAMÁS. No se acomoden, prepárense porque se viene el fin de todo y estarán ahí para ver cómo todo se cae. Dejé mi última voluntad en una carta. Cualquier cosa tengo la excusa de que tengo una condición mental corroborada. Al carajo con todo y con todos. Sigan votando chorros como Cristina y los demás peronistas y creyendo que así van a funcionar las cosas.
La culpa es de todos. CHUPENLA".
En una segunda carta, esta vez escrita en computadora e impresa, vuelve a apuntar contra Navarro Dávila y Rougés y hasta se burla: "después me liberaron sabiendo que tenía esquizofrenia con brotes psicóticos". Más adelante, se despide con una maldición.
"Quiero ser breve. Quiero que todas mis cosas películas, ropa, CDs, etc, quiero que las quemen. Nada se queda con nadie. A mí quiero que me cremen. Culpen al perro hijo de puta estúpido de Washington Héctor Navarro y al juez Víctor Manuel Rougués. Los pu***os que me detuvieron por no hacer nada y después me liberaron sabiendo que tenía esquizofrenia con brotes psicóticos. Yo no tengo la culpa de NADA, no pedí ni voté por nacer. La culpa es de la mamá por ser irresponsable e imprudente en ir a tener hijos cuando no tenía porque ya era vieja, sin pensar. Ya se va a rehacer la historia de toda esta basura de siempre. Lo mismo es juramento, pongo una maldición al universo y digo que se viene lo peor, así que a prepararse y voy a estar ahí para reírme. Al carajo con todo. Háganse dar".
Además de esos textos, la Policía secuestró CDs y pendrives que serán peritados por personal de Informática del ECIF. El fiscal Carlos Sale adelantó que no se descarta realizar una medida pericial caligráfica respecto a los manuscritos.